No
puede ser que cueste tanto darse cuenta que si no quiero que las cosas cambien,
nunca van a cambiar. Supuestamente las ganas de no verte y de no pensarte
tienen que nacer de mi, pero no soy yo la que las tiene, si las tuviera por lo
menos sabría donde guardarlas para no lastimarme; Pero no. Alguien más, dentro de mi debe tenerlas,
quiero hacer mías esas ganas para borrarlas y no recordar ni cómo te llamas.
Pero a pesar de todo me doy cuenta que tu nombre es lo que más extraño.
By Daiana Juárez.
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